Las compañías nutracéuticas en crecimiento necesitan pensar como las grandes farmacéuticas al momento de comprar equipos
Cuando las empresas nutracéuticas pequeñas necesitan incrementar la producción, sus propietarios tienden a preguntarse: “¿Cuál es la forma más barata de incrementar la producción?”. Debido al flujo de efectivo, el acceso al financiamiento, la incertidumbre sobre la viabilidad a largo plazo de la compañía u otros problemas, el proceso de pensamiento en ocasiones se enfoca en satisfacer la demanda inmediata, en hacer que los pedidos salgan, al menor costo posible. El costo inicial de equipos nuevos (o usados) en ocasiones marca la pauta al investigar soluciones.
Las grandes compañías farmacéuticas que mandan en el mundo no preguntan por lo más barato. Los ingenieros y otros gerentes de nuestros clientes de compañías farmacéuticas preguntan: “¿Cuál es la mejor manera de incrementar la producción?” O, “¿Cuál es la mejor manera de transferir polvos del almacenamiento al proceso?”
Al investigar la compra de un equipo, sus criterios consideran el costo, por supuesto, pero generalmente esto no es el principal en su lista de criterios. Las grandes farmacéuticas se enfocan primero en alcanzar la calidad de producto deseada con la eficiencia máxima. Luego, analizan elementos como seguridad del trabajador, necesidades de mantenimiento, longevidad, cumplimiento de las regulaciones de la FDA y el período de rendimiento, entre otros. Al llegar a la mejor manera de especificar el equipo para un proyecto determinado, la mejor manera no se excluye basándose solo en el costo. Por supuesto, los gigantes de la industria disfrutan de acceso a presupuestos prácticamente ilimitados que las empresas más pequeñas y aquellas en crecimiento simplemente no lo tienen. Sin embargo, al enfocarse en el costo inicial, las empresas en crecimiento pueden perderse la mejor manera y terminar instalando un sistema que solo resuelve el problema de manera temporal, o solo resuelve parte del problema mientras otros problemas se crean.
Un nuevo sistema de transporte de cinta de bajo costo, por ejemplo, puede aumentar las tasas de producción en comparación con el manejo manual de bolsas, pero crear un cuello de botella debido al tiempo de inactividad para limpieza y mantenimiento que al final reducirá la velocidad general de la línea; un sistema de transporte abierto puede exponer los ingredientes al entorno de la planta y facilitar la contaminación manifestada en pruebas de calidad; o bien, los ingredientes en polvo pueden contribuir al polvo fugitivo y molesto en el lugar de trabajo, incluso volúmenes bajos de polvos inflamables pueden provocar explosiones de polvo combustible. A veces, el enfoque más económico no dura más de uno o dos años, y después de una serie de problemas crónicos de mantenimiento, al final es necesario desecharlo, volviendo al punto de partida.
La mejor manera de evitar esto es encontrar la mejor manera de resolver el problema para cada proceso individual. Esto puede significar automatización de los procesos. También puede significar contratación de personal. En términos de transferencia de polvo para farmacéuticos y nutracéuticos, la mejor forma es por lo general un sistema de transporte neumático por vacío. Así, los ingredientes se transfieren con cuidado del almacenamiento a la descarga en el proceso dentro de una tubería cerrada y hermética al polvo para evitar contaminación. Todo se hace de manera automática y es mucho más seguro y fácil que cargar de forma manual sacos de 55 libras por un entrepiso para verterlos en una mezcladora.
Al adoptar el proceso de pensamiento de las grandes farmacéuticas del mundo, las empresas de nutrición pequeñas y en crecimiento pueden cumplir con los requisitos de calidad exigentes a tasas de producción altas y, al mismo tiempo, ejecutar una operación más segura, más eficiente y más rentable.
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